La temperatura de los neumáticos es un factor crucial que influye en su rendimiento y seguridad en la carretera.

Temperatura durante la conducción:

Durante la marcha, los neumáticos se calientan gradualmente, con la sección del hombro siendo la parte que más se calienta, especialmente al tomar curvas. La temperatura ideal de los neumáticos durante la conducción es de alrededor de 60 °C, lo que proporciona un buen agarre y reduce la resistencia a la rodadura.
Un compuesto de caucho calentado correctamente puede generar ahorro de combustible, ya que el coeficiente de resistencia a la rodadura se reduce y se estabiliza.
Durante el frenado, la temperatura de los neumáticos puede aumentar rápidamente, especialmente en vehículos con sistema ABS. En coches sin ABS, este aumento puede ser aún mayor.
Calentamiento en automóviles deportivos:

Los neumáticos de alto rendimiento y los utilizados en competiciones alcanzan su mejor rendimiento a temperaturas más elevadas, a partir de 70 °C.
Los neumáticos UHP (Ultra High Performance) y deportivos con índices de velocidad altos están fabricados con compuestos de goma más duros que tardan más en calentarse.
Indicadores de temperatura en los neumáticos:

En el lateral del neumático, verás un símbolo de temperatura A, B o C, que indica la resistencia del neumático al sobrecalentamiento. La letra "A" indica los productos con mejores propiedades.
Riesgos del sobrecalentamiento:

El sobrecalentamiento puede ocurrir si la presión de los neumáticos es demasiado baja o si se conduce constantemente al límite de velocidad especificado por el fabricante del neumático.
El sobrecalentamiento puede provocar la combustión interna del compuesto de caucho, lo que hace que el neumático deje de ser seguro para su uso.
Presión de los neumáticos y temperatura del aire:

La temperatura exterior afecta a la presión de los neumáticos. Por ejemplo, con cada descenso de 10 °C en la temperatura, la presión de los neumáticos disminuye en 0,1 bar.
Almacenamiento de los neumáticos y temperatura:

Es importante almacenar los neumáticos en un lugar con una temperatura adecuada, preferiblemente entre +5 y +35 °C, para evitar que se endurezcan o envejezcan prematuramente.
Los neumáticos de invierno y verano están diseñados para rendir mejor en diferentes condiciones de temperatura, por lo que es importante utilizar los neumáticos adecuados para cada estación y prestar atención a su correcto almacenamiento.